¿Por qué dejamos de lado los hábitos que tenían nuestros abuelos? ¿Es porque las viejas formas ya no tienen sentido hoy? ¿Nuestros abuelos estaban completamente equivocados, o realmente nos faltaba el tiempo para hacer lo que estaban haciendo?
Una de esas cosas que se perdió con el paso de los años pero que regresa con fuerza y demuestra su importancia es el escaldado de los pies. Has escuchado? A principios del siglo pasado, cuando los hombres trabajaban en los campos y llegaban a casa exhaustos después de la jornada laboral, sus esposas los esperaban, con un recipiente con agua tibia y algunas hierbas mojadas. Este afecto, que no tiene nada que ver con el impulso masculino de degradar a las mujeres, fue un verdadero ‘elixir’ para sanar los pies heridos y cansados de trabajar en el campo.
Durante mucho tiempo, este ‘ritual’ de relajación ha sido muy practicado por hombres y mujeres para recuperar parte de la disposición perdida durante el día. Pasar unos minutos con los pies en el agua alivió el dolor de quienes caminaron todo el día con tacones altos, eliminó la tensión de quienes caminaron mucho o incluso, permanecieron de pie durante horas.
Hoy en día, la escalada es un lujo no solo indicado para promover algunos momentos de descanso, sino porque es bueno para la salud. El ritual, una vez hecho en casa, ahora es un éxito ofrecido en spas y hoteles, que utilizan varias combinaciones de hierbas, elementos hidratantes y exfoliantes para darle a sus pies una sensación «suave». ¿Qué tal intentarlo antes de acostarte?